¡Vuelvo al templo! Y lo hago muy bien acompañado. Y hoy mismo, a las 18.45h de la tarde.
Aprovechamos que hoy es Halloween para presentar De matar también se sale, la antología de asesinos muy chungos que ha publicado recientemente Grupo Amanecer y en la que ejercí de seleccionador (de la selección no se sale). En ella podéis encontrar los siguientes relatos:
De la Muerte y la última sopa, de Sheila Navalón Esbrí
Death keeps knocking on my door, de Manuel Muñoz Hidalgo
El demachiño de Castromiñan, de Erik Reenberg
El Rey Prilote, de Ana Vigo
La maldición del santuario, de Iván Mayayo Martínez
Una sangrienta lección, de Cristina Murillo Muela
Descafreinado, de Carlos J. Sánchez
Salario no disponible, de M. J. Ceruti
Cohabitāre, de Raquel Aysa Martínez
Los olvidados, de Noa Velasco
El precio de la libertad, de Mary L. Torres
Patuco, de Alfred Almasy
Una cuestión de vida y muerte, de Myriam M. Lejardi
Echar a volar, de Sara García Rizzotto
La terapia, de Beh Sam
De matar también se sale, de Marina Tena Tena

¡Pero no acaba ahí la cosa! ¡Que será una doble presentación! Y en la segunda parte del evento os hablaremos del segundo número de Café Librería. Revista de historias perdidas, conocido por el populacho como Pendejhadas.
¡Fantasía desencantada para todas! Con los siguientes cuentos:
Gentrificación, de Mal Lawless
La hora de los gamusinos, de Sergi Álvarez
Keledén al cielo, de Laura Tomàs Mora
Cola de mantícora, de Pablo García Maeso
Aburrirse es besar a la muerte, de Eme Martínez Herrero
No le toques las magdalenas a Rododendra, de Lupe J. Mateo y Rafa C. Bachiller
¿Sueñan las hadas madrinas con ahijadas perfectas?, de Sara García Rizzoto
Un beso con ancas, de Celia Añó Espí
Rematando la faena, de Jacobo Roda
Polvo de ángel, de Nieves Mories
Dientes, dientes, de Rubén Rodríguez Rísquez
Cuando estaba muerto, tenía menos problemas, de Laura Arenas Manzanares
¿Por qué yo?, de Rebeca Cid Vela
La princesa masa verde, de David Pierre
Y con ilustraciones interiores a cargo de Gemma Martínez, Ariadna Sanz, Anna Melgar y Celia Añó Espí.

Sin más, ¡os esperamos por allí!
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